La importancia y beneficios del Juego en el Desarrollo Infantil

Jugar es una buena inversión para el futuro. Permite fortalecer, desde temprana edad, el desarrollo de habilidades sociales, emocionales, físicas y psicológicas y, por cierto, permite unirnos con nuestras figuras de cuidado.
Como Aprender a Crecer, sabemos que la relación infancia, juegos, desarrollo y aprendizaje es muy fuerte, por tal razón, en el siguiente blog que hemos preparado, queremos compartir con ustedes, padres, madres, figuras de cuidado y profesionales del área, definiciones y autores, que nos permitirán ahondar en los beneficios y enseñanzas que generan los juegos en la vida; revisaremos también, las repercusiones que provoca en el desarrollo infantil el no contar con espacios de juego y, por cierto, nos referiremos, también, a la importancia que tiene que los padres se involucren desde primera edad en los juegos de NNA.
Comencemos… ¿Qué es el juego?

El juego es una de las actividades más importantes en la vida de los niños y niñas, ya que no sólo les proporciona diversión, como se suele asociar, sino que, además, constituye una herramienta muy importante para su desarrollo integral (físico, experimental, de aprendizaje, psico-emocional y social). El juego refuerza la naturaleza creativa de NNA, les permite flexibilizar ideas, expresarse más libremente. Por tal motivo, salir de la rutina estructurada del año escolar y dedicar parte de su tiempo al juego es fundamental para su crecimiento.
Por su parte, María Montessori, pedagoga y científica italiana, conocida por su enfoque educativo centrado en el niño, enfatiza en la importancia del aprendizaje a través del juego y la exploración.

Ahora bien, ¿Qué ocurre si los NNA no juegan? o como nos preguntábamos en el curso “Programa de Acompañamiento Familiar Territorial y Prevención Focalizada”, recientemente, ejecutado, ¿Todos los niños y niñas juegan? y ¿Qué repercusiones tiene en el desarrollo de un NNA no tener espacios de juego o derechamente, no jugar?

Como podemos ver, la relación del niño o niña con el juego, desde primera instancia, desde la primera infancia, es significativa y vital para su desarrollo cognitivo y, que esta relación esté guiada por un adulto es, altamente, necesaria. Sin esta relación, sin este vínculo y aprendizaje desde temprana edad, NNA en sus distintas etapas de crecimiento pueden experimentar desregulación emocional, problemas de aprendizaje, de tolerancia, de lenguaje, de comunicación, de confianza, o autoestima, entre otras.
Según Lapastora (2018), la falta de juego o actividades lúdicas, genera en NNA, falta de risa, juegos pobres o infantiles, no saber perder, no saber disfrutar, no seguir ritmos, no entender ni respetar normas en su intervención con pares, no entender bromas ni humor, hacer trampas, reacciones inapropiadas o descontroladas, miedo a hacer mal las cosas o aislarse.

Beneficios de los juegos en la vida de NNA
(A nivel cognitivo, emocional, social y físico)
- Favorece la exploración y aprendizaje. El juego permite a NNA explorar su entorno, resolver problemas y aprender de manera activa. Armar puzles o juegos de construcción fomentan la creatividad y la lógica.
- Desarrollo del lenguaje. Al interactuar con otros niños o adultos en el juego, amplían su vocabulario, aprenden nuevas palabras y mejoran sus habilidades comunicativas.
- Regulación emocional. Les permite expresar sus emociones, experimentar diferentes roles y escenarios; aprender a manejar sus sentimientos, lo que es clave para su bienestar emocional.
- Confianza y autoestima. Al superar desafíos dentro del juego, NNA ganan confianza en sí mismos, desarrollan resiliencia y aprenden a lidiar con el fracaso.
- Interacción y cooperación. El juego en grupo es fundamental para que NNA aprendan a trabajar en equipo, compartir, negociar y resolver conflictos. Estas habilidades sociales son cruciales para su vida diaria y su integración en la sociedad.
- Empatía. A través del juego simbólico, NNA pueden ponerse en el lugar de otros, desarrollando empatía y comprensión de las emociones ajenas.
- Motricidad gruesa y fina. El juego activo, como correr, saltar o trepar, favorece el desarrollo físico y la coordinación motora gruesa. Por otro lado, juegos que implican actividades manuales como dibujar, cortar o modelar con plastilina ayudan en la motricidad fina.
- Salud física: El juego también promueve un estilo de vida activo, contribuyendo a la prevención de problemas de salud como la obesidad infantil.

Recordemos que, el juego permite crecer de manera sana y equilibrada y que es ¡una inversión a futuro! Démosle a nuestros NNA el tiempo y posibilidad de jugar, de vivir sus espacios lúdico y por qué no, démonos a nosotros tiempo para explorar y aprender mediante los juegos.
¡Un abrazo!
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