La importancia de las Competencias Parentales “suficientemente buenas”

La parentalidad debe ser apoyada con la entrega de herramientas que promuevan el fortalecimiento de los recursos personales de los padres, madres o cuidadores, para así, brindar y promover entornos saludables, seguros, sin violencia ni malos tratos (físicos o verbales), que garanticen el bienestar de NNA.

Para UNICEF, la parentalidad positiva se da cuando el comportamiento de los padres surge a partir de los intereses de la niña o niño, cuando no usan la violencia hacia ellos, reconocen y respetan sus derechos, tienen relaciones afectuosas, pero también establecen límites con el fin de asegurar su desarrollo integral.
Ahora bien, la parentalidad no se limita a la relación directa entre el adulto y el niño, sino que está profundamente influenciada por las condiciones sociales, culturales y económicas. Cómo habíamos planteado, la responsabilidad de esta construcción (relación) no es sólo del adulto al NNA, depende del entorno, contexto y experiencias previas (tengamos presente el Trauma trasgeneracional).

De lo anterior y con el fin de orientar la premisa inicial de este #blog ¿Qué ocurre cuando no se tienen las condiciones necesarias para ejercer la parentalidad?, ¿Cómo afecta esta falta de condiciones en la capacidad de ser una base segura para un NNA? o ¿Qué pasa cuando las competencias parentales o estrategias de crianza se ven afectadas por las experiencias previas que traen los padres, madres o cuidadores principales?
Por su parte, Pitillas (2021) indica que “cuando la historia interpersonal del adulto está marcada por el desamparo o el miedo, la crianza puede funcionar como un poderoso reactivador de experiencias infantiles que, con frecuencia no fueron procesadas”.
Considerando las definiciones entregadas podemos señalar, sin temor a equivocarnos que, los contextos sociales y las experiencias infantiles, adversas o dolorosas, de los padres, madres o cuidadores principales pueden dificultar el ejercicio de una crianza respetuosa, pueden generar una parentalidad interferida.
Dicho lo anterior, es importante que tengamos presentes que, la parentalidad debe ser apoyada con la entrega de herramientas que promuevan el fortalecimiento de los recursos personales de estos cuidadores, para así, brindar y promover entornos saludables, seguros, sin violencia ni malos tratos (físicos o verbales), que garanticen el bienestar de NNA.
Parentalidad o Crianza Positiva
En este estilo o enfoque de crianza, como lo llamamos, los padres, madres o cuidadores principales, practican la disciplina de manera constructiva y enfocada en el aprendizaje, en lugar de recurrir a castigos físicos o emocionales.

Finalmente señalar que para las #herramientas y #competencias #parentales que contamos más nuestras experiencias y entornos, influyen en el desarrollo saludable de un NNA y que lo importante es fortalecerlas. Los padres, madres y cuidadores principales también deber ser apoyados para entregar lo mejor de sí a la hora de educar.
¡Un abrazo grande!
Equipo Aprender a Crecer.
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