Educando las emociones de niños, niñas y adolescentes: Consejos para su autorregulación

Favorezcamos la comunicación, el entendimiento y el desarrollo equilibrado de NNA. Valoricemos sus procesos y distintas emociones, entendámoslas y ayudemos a regularlas.
Es posible que much@s de estos NNA que volvieron a sus establecimientos educacionales, hayan visto en las recientes vacaciones de invierno, la película “Intensamente 2”. La vida de la ahora adolescente de Riley entró en cientos de hogares, lo que abrió un mundo de conversaciones al interior de las familias. Muchos y muchas se vieron reflejadas en los comportamientos de la niña, en los distintos personajes y/o en las respuestas que éstos tenían frente a distintos cambios o estímulos propios o de su entorno. Acerca de estos cambios y procesos que a diario viven nuestros NNA, de cómo entenderlos y guiarlos, nos referiremos en este nuevo blog.

La importancia de educar las emociones
Es necesario que los cuidadores sepan como educar, reconocer, entender y regular las emociones de NNA y, por cierto, las propias, pero, ¿Cómo educar las emociones?, ¿Cómo actuar frente a emociones difíciles?, ¿En qué etapa de la vida se educan? o ¿Por qué es importante trabajar las emociones y cómo afectan en la vida de NNA?.
Ahora bien, lo primero que debemos saber es ¿Qué son las emociones? Las entenderemos como respuestas o reacciones fisiológicas de nuestro cuerpo ante cambios o estímulos que aparecen en nuestro entorno y en nosotros mismos. Estas “respuestas emocionales” son una parte esencial de nuestra naturaleza y nos ayudan a adaptarnos y sobrevivir en el mundo que nos rodea.
Diversos autores coinciden en la existencia de 6 emociones básicas, señalando que éstas constituyen y forman parte de procesos de adaptación. Estas emociones se agrupan en agradables (la alegría), neutras (la sorpresa) y desagradables (tristeza, miedo, ira y asco).

Sobre la complejidad de las emociones, es importante recordar que el mundo científico ha llegado a contabilizar hasta 543 emociones, indicando que a diario podemos transitar por más de 100 estados afectivos, como el amor, la ternura, la alegría, el miedo, la rabia, la tristeza, la soledad, la ansiedad y todas sus posibles combinaciones. Esto implica que en un par de minutos uno pude transitar por diferentes intensidades y matices de una misma emoción.
Reforzando la idea anterior, Rafael Bisquerra, doctor en Ciencias de la Educación, catedrático de Orientación Psicopedagógica en la Universidad de Barcelona y uno de los autores del “Universo de las Emociones”, sostiene que “las emociones son la esencia de la vida y que sin éstas seríamos como máquinas”. Para Bisquerra “las emociones son reacciones del organismo que producen experiencias personales percibidas de forma inmaterial, lo cual dificulta su conocimiento en una cultura caracterizada por la materialización de las experiencias”.
Ahora, ¡imagínense este abanico o combinación de emociones en niños, niñas o adolescentes que han vuelto a sus escuelas o colegios! En ellos y ellas, la alegría, el llanto, la tristeza, la confianza, el amor, la ansiedad o la vergüenza, se vuelven más intensas y complejas dependiendo de las respectivas edades y etapas que cursan.
Pero ¿Cuándo y cómo educar las emociones? Lo más recomendable, es comenzar a educar a niños y niñas sobre sus emociones desde temprana edad. Estimularlos mediante cantos, representaciones, imágenes, diálogos, juegos, historias de situaciones ficticias o reales cercanas a su contexto, les permitirá ir conociendo sus sentimientos y emociones, fortalecer su bienestar emocional y, paso a paso, poder expresarlas y controlarlas.
Consejos para fomentar un desarrollo emocional en sus niños y niñas. A continuación, entregamos a los padres, madres y cuidadores, algunos consejos que los ayudarán a trabajar, manejar y fortalecer las emociones de los NNA:

- Fomenten una comunicación abierta. Animen a los niños, niñas y adolescentes a expresar sus emociones y sentimientos de manera libre y sin juicios. Escúchenlos activamente, mostrando empatía por lo que sienten.
- Como adultos (padres, madres o cuidadores principales) debemos servir como modelos a seguir en el manejo saludable de las emociones. Mostrar cómo se manejan las situaciones emocionales difíciles puede ser una lección muy útil para NNA.
- Fomenten la Co-regulación. Los NNA necesitan de un cuidador que ayude física y emocionalmente a co-regularlos, sin ese paso previo, es muy difícil que aprendan a autorregularse.
- Promuevan la autorregulación. Enséñenles estrategias para gestionar sus emociones, como la respiración profunda, el contar hasta diez, el tomar un descanso o el hablar, con confianza, sobre lo que están sintiendo esto incidirá en su aprendizaje para su propia autorregulación.
- Ayuden a NNA a desarrollar habilidades sociales, a que comprendan cómo sus emociones afectan a los demás y cómo pueden interactuar de manera positiva en situaciones sociales.
- Enséñenles a nombrar las emociones. Al identificar y nombrar sus emociones, NNA, comienzan a comprender lo que sienten, expresarlo de manera adecuada y dar pasos en la autorregulación.
- En caso de conductas difíciles o emociones intensas de un NNA, es importante que los padres, madres o cuidadores, sepamos como manejarlas y abordarlas. En estas situaciones actuemos de manera comprensiva, con calma, activando nuestra mentalización. Debemos hacer nuestro mayor esfuerzo por comprender por qué el NNA está teniendo esa conducta, qué la gatilló.
La invitación que hacemos como Aprender a Crecer, es a conocer, identificar y entender, de forma más profunda y completa, nuestros sentimientos y emociones y, con especial atención, la de NNA, esto favorecerá a que ellos y ellas no las escondan y crezcan con confianza, de forma sana y equilibrada.
Al despedirnos, relacionado con la vuelta a clases de NNA y la importante valorización de las emociones en la película “Intensamente 2”, compartimos con ustedes el juego “Emoludo”, un juego educativo inspirado en los personajes de la película, con el cual NNA, sus educadores y/o cuidadores principales, podrán adentrarse y comprender sus emociones.
¡Un abrazo!
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