La importancia del autocuidado parental

Como Aprender a Crecer, queremos invitarl@s a pensar en ustedes, a dedicarnos un tiempo y a descubrir los beneficios que tiene para un@ el autocuidado parental.

Hola Amig@s, los invitamos a reflexionar sobre la importancia que tiene el Autocuidado Parental y, por cierto, la salud mental.

La idea de que la vida y los ritmos actuales no nos permiten hacer pausas, ni nos deja detenernos, ha calado fuertemente en la vida de las personas, lo que conlleva el agobio y el cansancio, pero la verdad, es que, en muchas oportunidades, no es la vida, ni el entorno, sino que somos nosotros mism@s, los que no nos damos esa oportunidad. Atendemos otras necesidades y priorizamos otras inquietudes, familia, hijos, hijas, trabajo, amigos, problemas, dejando de lado, nuestra propia vida, nuestro propio tiempo y salud mental. ¡Preocuparnos de nosotr@s mism@s no es ser egoístas!

Bajo la premisa anterior y enmarcado en el Día de la Madre, queremos compartir el siguiente mensaje dedicado a quién nos dio la vida, nos contuvo en nuestra infancia, nos entregó su cariño incondicional, enseñanzas, desvelos… nos entregó su tiempo.

Muchas veces las madres centran y dedican su tiempo en sus hijos o hijas y, a la vez, dividiéndose en sus otros múltiples roles y diversas responsabilidades diarias, lo que puede llevar a descuidar sus propias necesidades.

Sobre lo anterior, es muy importante recordar y tener presente que, para ser una buena madre, no es necesario que sean perfectas, ni que sepan todo, o tengan un estado de ánimo apropiado y paciencia necesaria para responder todo de forma óptima. Esta idea la profundiza Donald Winnicott, psicoanalista y psiquiatra, en su teoría de la “madre suficientemente buena”.

Dentro de las importantes contribuciones al entendimiento del vínculo madre – hijo que realizó Winnicott, está la teoría de la “madre suficientemente buena”, la cual es un pilar clave en la psicología del desarrollo. Esta teoría refiere a la idea de que para que un niño o niña crezca y se desarrolle de manera saludable, la madre (o el cuidador principal) no necesita ser perfect@, sino “solo suficientemente buena”, es decir, la madre ha de estar presente y disponible para el/la niñ@, ha de atender sus demandas, contener su angustia y demostrarle amor, pero, como ser humano que es, fallará en ocasiones y esto es natural.

Para apoyarl@s en este camino, como Aprender a Crecer, queremos invitarl@s a que piensen en ustedes, que se dediquen un tiempo y descubran junto a nosotros los beneficios que tiene para un@ el autocuidado parental.

Autocuidado y beneficios

El autocuidado parental se refiere, en palabras simples, a dedicar tiempo y energía a atender nuestras propias necesidades, sean estas, físicas, emocionales y mentales.

Para Neff y Germer (2013), el autocuidado permite a las madres recargar energías, disminuir el estrés y aumentar la capacidad de afrontamiento, lo que a su vez les permite ser más efectivas en su rol parental.

Por su parte, Ross y Brohawn (2014), plantean que el autocuidado de las madres mejora su salud mental y su bienestar emocional, lo que tiene un efecto positivo en la relación que establecen con sus hijos.

En tanto, Feldman y Hayes (2005), explican que el autocuidado de las madres es fundamental para prevenir el síndrome de burnout o desgaste emocional, esto se traduce en una mayor calidad de vida para ellas y sus familias.

Les dejamos algunos tips para que comiencen a practicar desde ya, el autocuidado parental y ¡disfruten de sus beneficios!:

Démonos un tiempo para realizar actividades que disfrutamos, como practicar algún hobby, deporte, leer o pasar tiempo con amig@s. Esto nos dará mayor felicidad y satisfacción personal.
Renovemos energías. Descansar lo suficiente, alimentarnos bien y hacer ejercicio regularmente nos proporcionará la vitalidad necesaria para afrontar las demandas de la maternidad y vida en general.
La maternidad, en ocasiones, puede ser estresante. Tómense un tiempo para relajarse y cuidarse. Una mentalidad más tranquila y equilibrada, nos permitirá afrontar de mejor forma las cosas.
Al cuidar nuestras propias necesidades, nos proporcionamos la capacidad de cuidar mejor a nuestros hij@s y satisfacer nuestras necesidades de manera más equilibrada.

Antes de finalizar, compartiremos con ustedes el Cuestionario Burnout Parental (Roskam et al., 2018), instrumento de evaluación diseñado para medir el agotamiento o el estrés relacionado con la parentalidad.

Cabe señalar que el síndrome de burnout parental se define como un conjunto de síntomas físicos, emocionales y cognitivos que resultan de la tensión crónica asociada con la paternidad o la crianza de los hijos.

El cuestionario compartido consta de 22 ítems que evalúan tres dimensiones del síndrome de burnout parental: el agotamiento emocional, la despersonalización y la baja realización personal.